Acens Cloud IOT, el cerebro de las Smart Cities
Piense en una cámara de tráfico en la carretera. Dotada de inteligencia gracias a una conexión a la nube podría llevar una estadística de circulación, accidentes, comunicarse con otras cámaras cercanas para cambiar los tiempos de los semáforos o regular el tráfico según el volumen de coches o las inclemencias en la carretera. O incluso podría interactuar con otros elementos como las farolas para regular la iluminación, como ya ocurre en Oslo con farolas led inteligentes que gracias a unos sensores iluminan al 20% de su intensidad salvo cuando detectan coches y personas, iluminando al 100% y consiguiendo unos ahorros semanales de 2.100 kWh.
El problema es que en la actualidad, la mayoría de las ciudades están desconectadas, no están orientadas al ciudadano, son ineficientes y cuentan con silos de información y proyectos puntuales de innovación –transporte, eficiencia energética, gestión de residuos, tele servicios…– que no se comparten con otros departamentos y áreas de las administraciones locales.
En este contexto, la nube configurada como plataforma de servicios IoT (Cloud IoT) está llamada a convertirse en el auténtico cerebro de las Smart Cities. Unas cuestiones que con el uso del Cloud IoT se podrían solucionar al poder desplegar servicios verticales a través de plataformas formuladas en capas, lo que las hace más flexibles a las demandas tecnológicas y de la ciudad. Más aún si tenemos en cuenta que el incremento demográfico exponencial de las ciudades obligará a los líderes municipales de todo el mundo a enfrentarse a nuevos retos de gestión, ahorro, medioambientales y de eficiencia.
Una parte fundamental de esta transformación inteligente de los servicios será el Cloud IoT, como garante de la disponibilidad de datos en tiempo real de una gama cada vez mayor de dispositivos inteligentes y redes de sensores que controlarán y gestionarán las operaciones de la ciudad. Sin embargo, la transformación en los servicios municipales requiere nuevas formas de asociación entre las ciudades, los socios tecnológicos y los proveedores de servicios que, a menudo, son los responsables de la implementación de nuevas prácticas de servicios que explotan los beneficios de las tecnologías inteligentes.
Desde acens creemos que por sus amplias opciones de escalabilidad y acceso ubicuo e interoperabilidad de sistemas, hay cinco claves que harán que Cloud IoT sea el cerebro de las ciudades inteligentes.
En primer lugar por el almacenamiento ilimitado de datos. Con una previsión de más de 25.000 millones de objetos conectados en 2020 y 40 ZB de volumen de datos, el Cloud es la solución adecuada para hacer frente a ese crecimiento exponencial de datos en las ciudades conectadas, tanto para su almacenamiento como para las copias de seguridad de la información.
Otra clave es la disponibilidad de la información en tiempo real. La posibilidad de compartir información en tiempo real y que distintitos sistemas y equipos se nutran de una fuente común de información permitirá tomar mejores decisiones conociendo todos los datos necesarios. La nube facilita la organización integrada y eficiente de todos los servicios urbanos, que permita la captura y gestión integral de información heterogénea y distribuida en entornos urbanos y su puesta a disposición, tanto del ciudadano como de los gestores públicos para la toma de decisiones.
Como tercer factor fundamental para el desarrollo de las Smart Cities está el hecho de que a través de los datos abiertos la nube favorece el conocimiento participativo. La posibilidad de publicar repositorios de información y datos abiertos no sólo favorece la transparencia de información hacia los ciudadanos sino que permite reutilizar y redistribuir una gran cantidad de datos para ponerlos a disposición de desarrolladores, empresas y emprendedores, para que accedan a ellos mediante API para lanzar aplicaciones y servicios que aportarán valor a los ciudadanos, al tiempo que se fomenta la innovación constante en la ciudad inteligente. Ejemplo de esas iniciativas es Open Data EMT Madrid, la plataforma de datos abiertos de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid.
Sin duda alguna otro elemento clave es la garantía de disponibilidad puesto que la plataforma Cloud IoT proporciona confianza en cuatro aspectos importantes para el funcionamiento de las Smart Cities: en cuestiones de seguridad frente a las amenazas de terceros; en el cumplimiento de la normativa de privacidad y el tratamiento de datos personales; en las opciones de interoperabilidad con la infraestructura existente en las ciudades; y en la disponibilidad de servicio y los datos ante una eventual catástrofe natural.
Por último, otra clave esencial es el ahorro de costes. En tanto que las ciudades cuentan con presupuestos ajustados, la nube ofrece interesantes ahorros financieros tanto por la capitalización de la inversión en TIC que se evita como por el modelo de pago por uso. Adicionalmente, el Cloud reduce el consumo de energía, elimina la sobrecarga de gestionar redes locales y facilita el desarrollo de servicios que pueden ser reutilizados dentro de la ciudad.
Según Boston Consulting Group para 2020 el 50% del gasto en IoT estará impulsado por la fabricación discontinua, el transporte y la logística, y las empresas de servicios públicos. Es decir, la principal transformación de IoT tendrá lugar en industrias que hoy no tienen una base tecnológica pero que mañana sí necesitarán contar con un cerebro cloud inteligente que les guíe en su transformación digital hacia los servicios que necesitan las Smart Sities.
By José Cerdán, CEO en Acens.