Modelo de negocios e innovación abierta

Muchas veces, al hablar de innovación abierta parece como si todo lo referente a negocio estuviera fuera de su ámbito. Nada más lejos de la realidad. Salvo que seamos una organización sin ánimo de lucro (que también buscarán obtener otra tipología de objetivos), cuando se habla de innovación en cualquier aspecto tiene que llevar aparejado una mejora en el negocio, bien aumentando ingresos, reduciendo costes o simplemente mejorando la experiencia de los stakeholders, conllevando irremediablemente a una mejora económica a corto o medio plazo. Si no, hablaríamos de investigación, pruebas de concepto o procesos similares, pero nunca de innovación.

Entendiendo modelo de negocio tal y como lo define Alex Osterwalder, que vendría a decir que se corresponde con la forma en que se genera, obtiene y entrega valor a los clientes, hay varios aspectos en los cuales procesos de innovación abierta afectan directamente, tanto en el uso de este tipo de propuestas como basadas en el propio concepto.

Si se centra la idea en el uso de propuestas de innovación abierta para dar respuesta a problemas de cliente, no siendo el problema principal el resuelto por el propio proyecto (Ej. Proyecto tecnológico implantado sobre una solución de software licencia GNU), afecta al modelo de negocio de forma clara. Si lo utiliza simplemente, al ser accesible de forma gratuita económicamente, supone un ahorro en los costes, pero si se plantea una solución conjunta en que un colectivo colabora además en el proyecto, consigue aumentar el número de funcionalidades y de soluciones que pueden tener relevancia para sus clientes con una disminución del gasto necesario para su implementación, por no hablar del aumento de calidad y versatilidad de la solución.

Si realmente la propia propuesta de valor es el proyecto de innovación abierta, hay varios aspectos que son relevantes, como es el canal o la relación con los clientes o usuarios, pero donde realmente se pueden buscar formas muy disruptivas es la forma de monetizar el proyecto. Siempre se tiene en mente las mismas formas de monetizar, como es el soporte o formación, pero hay distintas propuestas que pueden ser válidas en el encaje de producto-mercado. Algunas pueden ser desde propuestas de crowdfunding para que, entre una mayor cantidad de beneficiarios aporten una cantidad que alcance el desarrollo de la solución, pasando por donaciones (como es el caso de Wikipedia) o incluso, aportando una infraestructura en la nube en caso de ser una solución tecnológica con posibilidad de implantarse así, convertirse en una propuesta de pago por servicio similar a un SaaS (Software as a Services). Sin olvidar que los pagos no deben ser necesariamente económicos, propuestas como la cocreación, donde varios actores intercambian activos de tal forma que tras juntarlos puedan convertirse en soluciones mucho más completas pueden ser propuestas muy interesantes en función de distintas tipologías de negocio que se estén modelando.

Si se piensa en un encaje de modelo de negocio, como son el caso de empresas o negocios mucho más consolidados, los proyectos de innovación abierta pueden ser la ventaja diferencial con la cual poder plantearse competir en mercados muy competitivos. Si incluimos la posibilidad de compartir y desarrollar participando propuestas de innovación abierta, se genera una diferencia competitiva con la competencia, ya que es muy difícil que una organización, por muy eficiente y eficaz que pueda ser, nunca puede competir con empresas que sus proyectos están compartidos, tanto en gasto como en alcance (se resolverán problemáticas que han quedado como requisitos ocultos que aparecerán en posteriores etapas del proyecto al incorporar nuevos colaboradores)

Tal y como se ha podido observar, la innovación abierta tiene una repercusión muy directa sobre los modelos de negocio, tanto basados en el propio proyecto como en soluciones a aplicar en propuestas de valor donde su incorporación consigue optimizar los pocos recursos que habitualmente se puedan gestionar.