Las nuevas tecnologías nos conducen a una mayor apertura

Los humanos somos mamíferos gregarios y sociales. Va contra natura el realizar actividades que limiten nuestro carácter social y colaborativo. Incluso las actividades de competencia requieren de una actividad social para compartir y comparar estados entre pares para poder competir.

Este hecho se refleja cada vez más en esta sociedad de la información en la que vivimos y gracias a una tecnología cada vez más responsable.

Con la aparición de la Web la información y el conocimiento se ha vuelto algo más abierto, democrático y disponible para todo el mundo. Actualmente todo el mundo puede crear, enriquecer y compartir conocimiento a través de la Web, las redes sociales y otros canales de comunicación. Todo esto se originó en una idea inicial de clasificar y compartir conocimiento de personas a personas.

Esta apertura y ansias de colaboración se ha visto reflejada en otros sectores sociales como actividades humanitarias y solidarias a través de redes sociales, formas de trabajo y estudio en grupos de personas repartidas por el mundo o, más recientemente, propuestas de gobierno digital. Los modelos y metodologías de trabajo seguidos en grupos de software libre se utilizan ahora como sistemas a imitar o seguir, los procesos de creación y mantenimiento de software y hardware abierto son cada vez más comunes tanto en las universidades como en nuevas empresas. Incluso grandes empresas como Microsoft y Apple, conocidas por sus políticas de software y hardware privativo, participan en proyectos abiertos y ceden algunos de sus productos con licencias libres.

También hay sectores de investigación que se benefician de estos métodos de colaboración abierta como sucede en muchos procesos de investigación médica, medioambiental o iniciativas emprendedoras del tipo startup abiertas gracias a un capital aportado por una comunidad.

Una tecnología mejor permite crear mejores productos

La gente quiere usar tecnología que pueda entender y que pueda sentirse cómoda mientras la usa. Este concepto ha tardado en ser aceptado por los mercados pero por fin han comprendido que el éxito de un producto y de su marca está en un uso confortable por parte de sus usuarios.

Con la presencia de redes sociales y plataformas de evaluación de productos para compartir opiniones y análisis creados por consumidores las empresas han ido comprendiendo que gran parte de la publicidad de sus productos está fuera de su control y tienen que escuchar las quejas y peticiones de sus actuales y futuros clientes si quieren seguir manteniendo sus ventas. Esto ha obligado a las empresas a ir incluyendo criterios de usabilidad, seguridad y accesibilidad en sus productos.

La competencia entre compañías que diseñan productos de una misma categoría pero usan distintas plataformas, como es el caso de smart phones u ordenadores, se resuelve no gracias a la diferencia de recursos económicos de una de las compañías sino al producir un producto que satisfaga a más usuarios. Además, ahora la competencia beneficia a los usuarios porque obliga a los fabricantes a ir mejorando sus productos y tecnologías llegando incluso a adoptar soluciones desarrolladas por sus rivales.

También las distintas administraciones y gobiernos han ido modificando el escenario del mercado global al imponer criterios de calidad relacionados con la accesibilidad y la seguridad para permitir que un producto pueda ser comercializado en un país.

Todas estas modificaciones del escenario del mercado global han obligado a grandes y pequeñas empresas a adoptar estas nuevas tecnologías más responsables y más eficientes para las personas que permiten la creación de productos cada vez más cómodos y accesibles. Y para poder adoptar estas nuevas tecnologías muchas empresas han adoptado también modelos abiertos de diseño, desarrollo y producción ya que al adoptar estos modelos abiertos es más eficiente el incluir las colaboraciones de diseñadores, desarrolladores, usuarios y otros perfiles todos ellos unidos por la necesidad de un producto mejor.

Estos mejores productos permiten a las personas ampliar sus límites en diversos campos. Ahora es posible estudiar en cualquier parte del mundo en cualquier momento, seguir una clase presencial o en diferido, presentar la declaración de impuestos, entregar un informe del trabajo o compartir historias con amigos de distintas partes del planeta mientras juega en una pausa para el ocio. Cuando mandes un mensaje a través de tu app de mensajería instantánea o a través del servicio de chat del juego multiusuario de moda piensa que la persona que lo leerá puede estar en cualquier parte del planeta, usando un dispositivo totalmente distinto al tuyo e incluso puede que esa persona sea ciega, sorda o tenga algún otro perfil de discapacidad pero la tecnología se encarga de que todos podamos compartir ese momento de comunicación y ocio.

Redactado por Jonathan Chacón, Investigador y desarrollador en accesibilidad, usabilidad y nuevas tecnologías