Iniciativas open source contra el COVID-19
Durante los últimos meses todos hemos podido ver como la pandemia del COVID-19 ha desplazado cualquier otra prioridad hasta convertirse en una cuestión de vital importancia para la comunidad internacional. Desde ese momento múltiples gobiernos, universidades, organismos, comunidades y desarrolladores se han involucrado en todos los aspectos posibles en la lucha contra el coronavirus. Desde la creación de software para monitorizar la propagación de la pandemia al reutilizar diferentes materiales para construir respiradores basados en estándares abiertos.
Sin embargo, una de las áreas más interesantes está teniendo lugar en el uso de la robótica para contener la propagación del coronavirus. Tanto en aviones, hospitales como en otros entornos críticos se han dispuesto diferente soluciones en ayuda en la lucha contra la enfermedad. Uno de sus principales usos, producidos por diferentes startups tecnológicas, los hemos visto en la desinfección de entornos, superficies u objetos, pero no ha sido su única aplicación ni tampoco el único ámbito donde las tecnologías basadas en código abierto han tenido su participación.
Robots y COVID-19
Si en algo difiere el COVID-19 con otras pandemias es en las diferentes aplicaciones tecnologías que se están incorporando en su lucha a nivel internacional. Una de ellas, la quizá más destacada es el despliegue de robots. En donde su uso más directo ha sido en las instalaciones de atención médica, y en donde China ha tomado la delantera. Algunos de estos robots proporcionan alimentos, bebidas y medicamentos a los pacientes, y otros se utilizan para limpiar partes del hospital, pero los más importantes son aquellos que tienen como función realizar miles de pruebas PCR al día.
En Estados Unidos destacan los modelos desarrollados por la startup Xenex Disinfection Services de Texas, en donde están utilizando robots y luz ultravioleta para desactivar virus, bacterias y esporas en las superficies de los aeropuertos.
Pero en general la principal aplicación en hospitales es el control de acceso, alerta y gestión de pacientes. A través de complejas plataformas de IA conectadas mediante la nube los robots pueden examinar y monitorizar a pacientes mediante le uso de pulseras y anillos inteligentes equipados de sensores para medir su temperatura, presión y frecuencia cardiaca y niveles de oxígeno en la sangre. La información obtenida es procesada y sincronizada en tiempo real.
El movimiento de hardware de código abierto ha defendido durante mucho tiempo la importancia del derecho a reparar, poseer completamente la tecnología que compra y poder remezclar y reproducir dispositivos, al igual que con la música. Y así, durante este tiempo difícil, el hardware abierto proporciona algunas respuestas a algunos de los problemas creados por la pandemia de coronavirus.
Impresión 3D y COVID-19
Otro de los grandes problemas causados por el COVID-19 fue la escasez de material sanitario necesario para combatir la enfermedad. Las cadenas de suministro y fabricantes quedaron pronto sobrepasados por la alta demanda y literalmente el mercado se volvió una locura. Así, para resolver las debilidades de la cadena de suministro la comunidad maker (destacamos la organización sin ánimo de lucro: Coronavirus Makers) de todo el mundo optó por usar soluciones basadas en código abierto.
Uno de los ejemplos más destacados fue el que se dio lugar entorno a la comunidad que rodea el proyecto Open Source COVID19 Medical Supplies, en donde ingenieros y técnicos diseñan soluciones basadas en Open Hardware – con los mismos fundamentos en los que se basa el Open Source – para que cualquiera pueda hacer uso de los planos.
De este proyecto surgió un prototipo de ventilador diseñado y producido en menos de siete días gracias a la participación de más de 300 ingenieros, profesionales médicos e investigadores.
Esto ha despertado un creciente interés por la impresión 3D para crear piezas de repuesto y fabricar equipamiento bajo demanda de manera local y descentralizada. Por ejemplo, el laboratorio de la Universidad Politécnica en Hong Kong protectores faciales impresos en 3D para los trabajadores del hospital. Y la startup italiana Isinnova se asoció con el FabLab en Milán para imprimir en 3D válvulas de reemplazo para dispositivos de reanimación en el norte de Italia.
Open Hardware y COVID-19
Continuando con lo anteriormente expuesto, enumerar todos los proyectos basados en hardware abierto hasta la fecha en la lucha contra el COVID podría dar lugar a una lista demasiado extensa. Quizá para resumirlo podríamos citar en este artículo alguno de los cinco más destacados, como por ejemplo:
Respirador de bajo coste
El respirador Open Lung Low Resource es un ventilador de despliegue rápido bajo una licencia GPLv3.0. que utiliza una máscara de válvula de bolsa (BVM), también conocida como bolsa Ambu, como componente central. Las bolsas Ambu son producidas en masa, certificadas, pequeñas, mecánicamente simples y adaptables tanto a los tubos invasivos como a las máscaras. El ventilador OPEN LUNG utilizará un sistema electrónico basado en open hardware para detectar y controlar la presión y el flujo de aire, con el objetivo de permitir una operación semiautónoma.
Opentrons
La plataforma de automatización de laboratorio de código abierto de Opentrons se compone de un conjunto de hardware de código abierto, material de laboratorio verificado, consumibles, reactivos y estaciones de trabajo. Su objetivo es el permitir el aumento del número de pruebas de COVID-19 que se pueden realizar a lo largo de un día de modo que es posible automatizar desde 2.400 pruebas por día. Opentrons se comparte bajo una licencia Apache 2.0.
Chai Open qPCR
El dispositivo Open qPCR de Chai utiliza la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para evaluar rápidamente todo tipo de superficies para verificar si el nuevo coronavirus está presente. Se trata de un hardware de código abierto compartido bajo una licencia Apache 2.0 que utiliza Linux como sistema operativo principal.
PocketPCR
Gracias a una conexión USB el termociclador PocketPCR de Gaudi Labs permite trasladar la capacidad de análisis de un laboratorio tradicional a cualquier escenario de campo permitiendo activar reacciones biológicas al aumentar y disminuir la temperatura de un líquido en pequeños tubos de ensayo. PocketPCR se comparte bajo una licencia GPLv3.0.
Software abierto y COVID-19
Ya por último toca hablar de software. La comunidad también se ha volcado en respuesta al coronavirus. Las aplicaciones van desde soluciones de investigación médica mediante tecnología de cadena de bloques a sistemas de tratamiento y visualización de datos. Alguno de los ejemplos de los proyectos que están activos en el mundo en este momento.
CHIME
COVID-19 Hospital Impact Model for Epidemics (CHIME) es una aplicación de código abierto desarrollada en Python y creada por científicos de datos de Penn Medicine en la Universidad de Pennsylvania. La herramienta en línea permite a los hospitales comprender mejor el impacto que tendrá el virus en la demanda hospitalaria.
Los hospitales pueden usar CHIME para obtener estimaciones más informadas de cuántos pacientes necesitarán hospitalización, camas en la UCI y ventilación mecánica en los próximos días y semanas.
Mapa COVID con Locale.ai
Los mapas que ofrecen una visualización del número de casos nos ayudan a entender la escala relativa y la propagación de COVID-19. https://covid19.locale.ai/ está desarrollado en Vue.js y posibilita una visualización interactiva de todos los casos declarados de COVID-19. El mapa proporciona actualizaciones en vivo con nuevos datos a medida que estén disponibles.
Los datos se recuperan a través de una API de código abierto creada por el usuario de GitHub ExpDev07 que consulta un conjunto de datos de código abierto de la Universidad John Hopkins.
La comunidad open source está luchando contra COVID-19
Basta con ver las noticias cada día para darnos cuenta de que todavía queda mucho que hacer. El trabajo está siendo muy duro en estos momentos y el COVID-19 hace que el desafío mantenga a la comunidad enfocada y motivada en la búsqueda de una solución duradera.
Sobra decir que desde finales de enero, cuando la pandemia comenzó a cobrar relevancia, la comunidad ha contribuido en miles de repositorios de código abierto que recopilan información sobre diferentes proyectos para combatir la amenaza. Desde conjuntos de datos, modelos, aplicaciones web, diseños de hardware, etc.
Es interesante atender al cambio de paradigma. Antes la información se compartía únicamente entre fabricantes y ocasionalmente con organismos interesados, en la actualidad la información fluye de manera horizontal en donde tanto fabricantes, como comunidades u organismos comparten su conocimiento. Por supuesto todavía existe quien busca satisfacer un interés puramente comercial pero la prioridad en detener la propagación y el sufrimiento causado por el coronavirus en el mundo está motivando el impulso de estrategias diferentes.
Es aquí donde el open source juega un papel importante al permitir una estrecha colaboración entre comunidad y organismos públicos así como la empresa privada revirtiendo en un beneficio claro hacia la comunidad. En otras palabras, no sería posible de otro modo imaginar un futuro en donde hacer frente a la pandemia. Es una revolución y se llama open source.