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May

Mycroft, tu asistente personal basado en código abierto

Aunque cueste reconocerlo vivimos rodeados de información, nuestra realidad se ha ido transformando de modo de lo que antes era tan sólo producto de nuestra imaginación, simple ciencia ficción, ahora es parte de nuestro día a día. Ocurrió primero con la llegada de el primer ordenador personal, luego con los teléfonos móviles y gracias a la popularización de internet y la banda ancha comenzó la convergencia entre el escritorio y lo móvil, llegaron los primeros teléfonos inteligentes, la realidad aumentada y los primeros ejemplos de que la inteligencia artificial serviría para mucho más que para atemorizarnos en mitad del espacio como ya hacía HAL 9000 del film 2001 allá por los años sesenta. 

A medio camino se encuentran los asistentes personales. Desde Siri a Alexa, existen infinidad de alternativas comerciales. Pequeñas máquinas que contienen un complejo software respaldado por la potencia de la nube que nos asisten a diario. Desde encontrar el restaurante más cercano a nuestra ubicación, ayudarnos con nuestras compras o ajustar la domótica de nuestros hogares. 

Mycroft, tu asistente personal abierto y privado

Mycroft es una alternativa basada en código abierto impulsada por Ryan Sipes (Solus Project, GtK, DuckDuckGo).. La idea es acercar el concepto de inteligencia artificial a nuestras vidas bajo un modelo abierto. Imagina por un momento despertar por la mañana y que Mycroft sepa que debe encender la cafetera, despertar a los niños, llamar al jefe para decir que estás enfermo y lo más importante que puedas mantener el control de tus datos.

https://youtu.be/g1G0yEKuED8

Lo que quiero decir es, seguro que coincidirás. En lo personal me encanta Alexa, el asistente personal de Amazon que sirve para mucho más que comprar, a nada que comienzas a usar un altavoz inteligente para configurar nuestros recordatorios, reproducir las noticias o encender las luces, es difícil regresar. Es algo aditivo. Pero tiene la contrapartida de que el gigante tecnológico escucha, recopila datos detrás de la escena, y aunque sean solo meros datos anónimos no puedo evitar sentirme observado. 

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Aquí es donde Mycroft es una gran alternativa y puedes ejecutarlo directamente en una Raspberry Pi. Por lo que no necesitamos de grandes recursos para construir nuestro propio asistente inteligente. 

Mycroft funciona de manera similar a Alexa de Amazon y al Asistente de Google: basta decir una frase como «Hola Mycroft» para activarlo, darle un comando y responderá con su propia voz. Si te preocupa tu privacidad, a diferencia de otros asistentes, Mycroft solo recopila datos si así lo determinamos durante la configuración para participar en su programa de mejora y experiencia de usuario. Aclarar que para aquellos participantes Mycroft promete nunca vender sus datos a anunciantes o terceros; en cambio, solo los usa para ayudar a los desarrolladores a mejorar el producto. 

Mycroft incluso utiliza DuckDuckGo como su motor de búsqueda en lugar de Google cuando solicita información.

Cómo instalar Mycroft

Instalar Mycroft en una Raspberry Pi es como instalar cualquier otro proyecto de Pi. Descargamos la imagen de disco estable de la página Picroft, junto con Etcher en su computadora de escritorio. Conectamos nuestra tarjeta microSD al PC, y mediante Etcher y volcamos la imagen de Picroft en la tarjeta. Cuando termine ya casi estará todo listo y solo queda insertar la tarjeta, conectar el micrófono y altavoz, y encender nuestra Raspberry Pi.

Para la configuración inicial necesitaremos un teclado y un monitor. Si somos más expertos podemos establecer una conexión remota mediante SSH conectando un cable Ethernet. 

https://youtu.be/g1G0yEKuED8

Al momento de conectarnos Mycroft iniciará su asistente de configuración guiada que nos ayudará a configurar nuestra conexión Wi-Fi, ajustar los parámetros para hacer funcionar nuestro  micrófono y probar su altavoz, entre otras cosas. El proceso no lleva más de 10 minutos.

Una vez que todo esté funcionando, escucharemos al asistente de Mycroft pronunciar un código de registro de seis dígitos cada minuto más o menos. Este código es el que necesitaremos para emparejar su Pi con su cuenta Mycroft.

Desde el Panel de control de Mycroft agregamos nuestro dispositivo y configurar nuestra zona horaria, palabra de activación, etc.  

Una vez todo termine, el asistente Mycroft nos informará que ya está listo para escuchar los comandos básicos. Aquí hay algunas cosas para probar:

  • «Hey Mycroft, set an alarm for 6 p.m.»
  • «Hey Mycroft, remind me to get milk at 1 p.m.»
  • «Hey Mycroft, who was Abraham Lincoln?»
  • «Hey Mycroft, what’s the weather?»
  • «Hey Mycroft, play the news.»

Aunque estos comandos están en inglés no debemos desesperar pues es posible ajustar los parámetros de idioma gracias ala ayuda de su comunidad de usuarios. 

Conclusión

Notarás también que entre instrucción y respuesta hay un pequeño retardo y en lo personal definitivamente no es tan versátil como Alexa o el Asistente de Google, y puede requerir algunos ajustes para que todo funcione de la manera correcta. Pero es una buena alternativa si eres de los que se preocupan por su privacidad, le apasiona el código abierto o simplemente quieres hacer algo genial con tu Raspberry Pi.

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