Propiedad intelectual en proyectos de innovación abierta
Cuando se habla de innovación abierta, hay varias ideas que se entrelazan al ponerse sobre la mesa de algunas corporaciones. Surgen dudas o comentarios de este tipo: “¿por qué tendría que colaborar con otros y darles gratis mi conocimiento?” o aquella que dice “Si tengo mi equipo de innovación que saben de mi negocio y dinero, ¿qué me aportan desde fuera?” o quizá la más repetida, “pero, ¿por qué necesitamos montar nosotros un proyecto de acceso libre como la Wikipedia o Linux?”
Para intentar dar un poco de claridad sobre este tipo de consultas, siempre pienso que se debe enfocar en función de cómo se va a gestionar la propiedad intelectual de los proyectos. Hay principalmente dos opciones sobre las que elegir cuando una organización se lanza a innovar de esta forma.
1. Basar los proyectos innovadores nuevos en la comunidad, pero con el resultado posterior bajo una propiedad intelectual propia.
Este tipo de propuestas surgen en organizaciones que necesitan encontrar mejoras sustantivas para su modelo de negocio o necesidades propias tomando como base o referencia proyectos de innovación abierta sobre los que ya esté trabajando comunidad. De esta forma, se disminuye el tiempo de desarrollo ya que tienen una base construida y validada, pero generan una propuesta propia que reporte a su organización una ventaja competitiva con la que afrontar su propio negocio.
Estas ideas han conseguido que empresas de distintos mercados como son de la industria del automóvil, de productos de software o incluso logísticas, sean capaces de conseguir ventajas frente a sus competidores.
En esta tipología hay elementos a tener en cuenta como son las posibles evoluciones de la plataforma o del proyecto sobre el que se han apoyado, ya que mantener estos aspectos actualizados puede permitir mejoras posteriores relativas a la optimización o incluso al posible soporte que nos ofrezca la comunidad.
2. Basar los proyectos innovadores en la comunidad, manteniendo una plataforma abierta que fomente la colaboración y creatividad de sus miembros.
En este caso, los proyectos se basan en otras propuestas con licencias abiertas y los resultados se mantienen con dicho tipo de licencia para posibles evoluciones o usos por parte de la comunidad. Este tipo de proyectos son los que apuestan de una forma más decidida por la comunidad y en los que habitualmente se piensa en las empresas al hablar de innovación abierta.
Al hacerlo así, aparecen otras formas de poder abordar el modelo de negocio relacionado con el proyecto y surgen distintas propuestas de generar ingresos, tal y como ya comenté en otro post anterior, se mantienen además las ventajas competitivas que pudieran existir previamente.
Como conclusión, cabe decir, que no todos los proyectos de innovación abierta son compartidos, pero sí todos aprovechan la comunidad existente para conseguir mejorar sus modelos de negocio.