Innovación abierta contra el síndrome “Nunca se han hecho las cosas así”
Siempre que se intenta implantar una nueva propuesta de innovación abierta en una organización ya establecida, surge el primer aspecto fundamental a abordar. ¿Tiene la innovación abierta cabida en la cultura de esta organización? Quizá sea por mi propia experiencia, pero es muy difícil que empresas consolidadas sean capaces de asumir los nuevos proyectos y la forma de innovar sin un gran cambio cultural.
Siempre repito la frase de Drucker “la cultura se come a la estrategia al desayuno” porque es muy real. Es muy difícil que áreas de negocio en empresas muy consolidadas, con dinámicas de varios años orientadas a la optimización de sus procesos, aplicando mejoras incrementales muy controladas internamente, se lancen abiertamente a que terceros (la comunidad u otras organizaciones) colaboren en resolver ciertos retos identificados internamente, apareciendo citas como “No son capaces de entender nuestra problemática” o aquella como “Nunca se han hecho las cosas así”.
Este tipo de citas que muchos hemos escuchado, realmente se pueden entender de dos formas.
Están llegando desde el exterior distintas formas de solucionar los retos a los que se enfrenta nuestra organización, ya que surgen nuevas formas de hacer las cosas y propuestas nuevas que repercuten en mis procesos, en mis criterios que pueden hacer optimizar mi organización. Si por el contrario ya son retos superados, se podrá entender que hay ventajas competitivas con las que nuestra organización no contaba y pueden ser la base para crear nuevas ventajas competitivas.
Si tenemos criterios o metodologías ya muy establecidas para incorporar soluciones, estás deberán ser adaptadas a los nuevos entornos donde se están desarrollando los negocios. El “si algo funciona, no lo cambies” debe convertirse en “cambiemos sin parar, no vayamos a ser que no valgamos nosotros” enfrentándonos a nuevos retos complejos como son las nuevas situaciones a las que se enfrentan los negocios de casi cualquier sector. Además, ¿por qué en otros entornos hacen las cosas de otra forma? Pensar en las motivaciones puede aportar un plus de mejora a nuestro propio entorno.
Por lo tanto, una vez visto que las formas de hacer las cosas en mercados o entornos muy estables no sirven para los nuevos entornos, con nuevos proveedores y competidores, y sobre todo, con clientes muy distintos y variables, se debe asumir que el cambio es algo que va a tener que gestionarse. Pero lo que aún es más doloroso para algunos roles de la organización, la cultura de la propia organización va a tener que cambiar y las estrategias utilizadas serán modificadas. La innovación abierta se debe convertir en un aspecto de la propia estrategia de la organización y debe incorporarse a la cultura de la propia empresa.