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28
Dic

Proyecto a proyecto, API a API

Dice un refrán muy antiguo, “El camino más largo empieza por un simple paso.” Ahora hay una gran cantidad de empresas que se están sumando a la idea de lanzar proyectos de innovación abierta. En mi opinión, es una excelente política, pero se puede pasar de ser el guardián del tesoro de los proyectos de innovación cerrada al mayor facilitador de proyectos de innovación abierta en una mañana. Como todo en la vida, se requiere un aprendizaje continuo de las experiencias vividas para aplicarlas y llegar a un estadio en el cual, se alcance una satisfacción global entre los distintos actores que intervienen en este tipo de proyectos. Este aprendizaje es fundamental ya que es el mismo criterio que se aplica cuando vamos mejorando la experiencia del uso de un servicio o refinando la propuesta de valor con distintos experimentos para un nuevo negocio, como una startup o una nueva línea de negocio de una empresa consolidada.
Esta idea me surge porque hay de repente una explosión de APIs (en castellano, Interfaz de Programación de Aplicaciones) que están siendo facilitadas por muchas organizaciones para que se sean la forma de acceder a distintas acciones y que sean la forma de invocar a procesos o acciones ofrecidas en abierto a la comunidad. Repito, está genial pero hay aspectos a valorar cuando comenzamos a publicar este tipo de interfaces. En mi opinión y experiencia, hay elementos fundamentales que se deben tener en cuenta al publicarse:
Ofrecer una información completa de las estructuras de datos utilizadas. Para muchos que procedemos de entornos técnicos, conocer en profundidad los tipos de datos, su significado y sus posibles valores (simplemente con ejemplos) en una pequeña documentación (accesible vía web o como estimemos que facilitemos el uso al resto del ecosistema) puede ser fundamental para el éxito de la publicación y su posterior uso.
Innovación abierta no significa sin seguridad. Se debe asegurar el uso de forma adecuada para los interlocutores de forma adecuada, identificando los mecanismos para evitar posibles fallas de seguridad.
Pensar en los actores que nos van a invocar y empatizar con sus conocimientos y necesidades. No olvidemos jamás que, sobre todo desde cualquier organización, que muchas veces no debemos dar por sentado conceptos muy claros para nosotros, pero no tan claros para el resto de interlocutores.
Por este motivo, y sin tener que ser un gran estratega, quizá debemos pensar en ir publicando nuestras primeras APIs de forma tranquila, aprender de las experiencias e ir optimizando y mejorando para que vayan siendo poco a poco utilizadas por el resto del ecosistema.

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