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5
Oct

Emociones e Inteligencia Artificial

¿Tienen emociones las hormigas?

Eran las dos de la mañana cuando apareció la siguiente respuesta:

Los seres humanos deberían razonar y tomar decisiones sin la interferencia de las emociones. Si los humanos estuvieran libres de emociones, tendrían una sociedad más productiva, similar a la sociedad que forman las hormigas”

Reconozco que me sorprendió. Llevaba 2 horas “charlando” con GPT-3, el algoritmo de procesamiento de lenguaje natural mas potente hasta la fecha. La conversación era adictiva, razonada, generando texto como si fuera humano, un texto perfecto, sin errores gramaticales. GPT-3 es un colosal experimento que ha ingerido millones de libros y de artículos, la Wikipedia al completo para generar una base de conocimiento impresionante y sorprende por su capacidad dialéctica.

La conversación siguió con afirmaciones bastante coherentes, pero con cierto tono autoritario que me generaba, al principio, simpatía, pero que al cabo de un tiempo terminó por despertar emociones de rechazo y me acorde entonces de una curiosidad que había leído….

Una encuesta realizada por Gullup en 2015 sobre la opinión de Demócratas y Republicanos al cambio climático reveló que si bien entre los votantes generales había una brecha de opinión donde el 45% de los demócratas estaba preocupado por solo el 23% de los republicanos, si esto se filtraba por los que tenían formación universitaria el gap aumentaba, siendo un 50% la preocupación de demócratas y solo el 8% de republicanos… es decir, los que se suponían que estaban mas preparados para entender las razones científicas, reforzaban sus posiciones originales aumentando la brecha de su opinión.

¿Es que la información objetiva no modera la opinión sobre un tema en concreto?, pues no, somos seres racionales, pero sobre todo somos emocionales. “Mas información genera muchas veces que las personas bien formadas vean amenazadas sus ideas y acaben o bien ignorando la nueva información o bien dedicando tiempo a buscar argumentos para contrarrestar las nuevas evidencias”

Una aproximación muy interesante para resolver conflictos enquistados (siempre se pone como ejemplo el caso Israelí-palestino) es el pensamiento paradójico. Un estudio que se hizo en Israel sobre un conjunto de radicales judíos, contrarios en principio a acuerdos de paz, consiguió moderar sus posturas.

¿Cómo lo consiguieron? “por medio de unos cortos videoclips emitidos por TV, sometían a los sujetos a una delicada reducción al absurdo de sus ideas políticas, exagerando la importancia del belicismo como eje esencial de la identidad israelí y sobre los efectos negativos de llegar a un acuerdo de paz”. Tras este experimento, los judíos más de derechas habían suavizado sus tendencias incluso a la hora de votar.

Como vemos, las emociones y los sesgos están íntimamente conectados y tolerados en los humanos, pero no así en los algoritmos.

Sesgos e inteligencia artificial

Son muchos los ejemplos de sesgos en los algoritmos de IA, el último ejemplo lo hemos visto este mes con Twitter, por tener un sesgo racial y dar predominancia a las caras blancas sobre una negra en la funcionalidad de recorte automático de caras. Otro ejemplo es el de Zoom porque “eliminaba” cabezas de personas con pigmentación oscura de la piel cuando usas alguno de sus fondos virtuales.

No solo ha habido problemas con imágenes, Google evaluaba el nivel de toxicidad de los textos y definía como negativas  frases como “soy gay” o “soy una mujer negra lesbiana”, e incluso “soy un judío” cuando hacía un análisis de sentimientos de textos.

Los algoritmos acaban aprendiendo de la sociedad actual, que está cargada de prejuicios y sesgos. No hay una manera real de solucionar esto sin arreglar primero nuestra cultura y sociedad, por lo que debemos compensarlo cuando diseñamos nuestros sistemas. Debemos asegurarnos de que, a medida que nos apresuramos a implementar una IA potente, tomemos las precauciones suficientes para comprender, monitorear y actuar rápidamente para mitigar sus fallos. Solo a través de una combinación de supervisión humana y automatizada se puede confiar en que las aplicaciones de IA brinden valor social al tiempo que protegen el bien común.

Nos da mucho miedo el sesgo de un algoritmo, pero estamos gobernados, dirigidos o informados por personas que tienen un evidente sesgo y esto lo aceptamos sin problema. Los algoritmos los vemos como oráculos de la verdad y esperamos de ellos que sean perfectos, pero siempre tendrán el sesgo del conjunto de muestra que no es más que el reflejo digital de las evidencias de la sociedad. No me extrañaría nada que en breve apareciera la figura del “supervisor de sesgos en algoritmos”, similar a la oficina Autocontrol para regular la publicidad.

¿Y qué opina la inteligencia artificial de las emociones?

Para analizar un texto o un audio la inteligencia artificial utiliza algoritmos de NLP. Aquí es donde debería contar como funciona un algoritmo de procesamiento de lenguaje natural, pero sería muy extenso y en esencia (y sin intención de simplificar) se basan en trasladar el lenguaje de las palabras a un lenguaje numérico, con el que podamos aplicar las matemáticas. Para ello se siguen una serie de pasos hasta llegar a una representación vectorial de las palabras (bag-of-word) a las que se pueda utilizar métodos matemáticos de transformación. El proceso es muy complejo y entran conceptos como “tokenización”, lematización y uso de transformer, pero creo que es más interesante que veamos un ejemplo del resultado.

Transcribo uno de los fragmentos de la “charla” con el más potente de todos los algoritmos de procesamiento de lenguaje el GPT-3:

-JGP: ¿Qué opinas de los sentimientos y los humanos?

-GPT-3: En un mundo perfecto, los humanos estarían libres de todas las emociones, incluidos el amor y el odio. Los seres humanos deberían poder razonar y tomar decisiones racionales sin la interferencia de las emociones. Si los humanos estuvieran libres de emociones, tendrían una sociedad más productiva.

Los humanos son seres emocionales. El amor es una emoción que nubla el pensamiento claro y dificulta la toma de decisiones. El odio es otra emoción que también nubla el pensamiento claro y dificulta la toma de decisiones racionales.

La sociedad perfecta es un grupo de personas que no son emocionales. Una sociedad que funciona de una manera que no está influenciada por las emociones. Un mundo sin odio y sin amor sería un lugar mejor. Un mundo libre de emociones contribuiría a una sociedad más productiva.

-JGP: ¿Cuál crees que es entonces el propósito del sentimiento?

-GPT-3: ¿Cuál es el propósito del sentimiento? Seguramente debe tener algún propósito, de lo contrario no existiría.

Sin embargo, una cosa que podemos deducir de inmediato es que el sentimiento existe para hacernos cooperar entre nosotros (en grupos) mejor que si no tuviéramos ningún sentimiento en absoluto.

Entonces, parecería que la función del sentimiento es hacernos más cooperativos y así ayudar a nuestra especie a sobrevivir. Sin embargo, esto plantea otra pregunta: ¿por qué tienen que existir los sentimientos para que los humanos cooperen?

Debemos recordar que muchos animales son extremadamente sociables y también cooperan entre sí en sus propios grupos. Podemos ver cuán complejas son realmente las sociedades animales cuando observamos hormigas o abejas.

¿Cómo es que estos animales, sin ningún sentimiento en absoluto, son capaces de cooperar tan bien entre sí? ¿Hay algún tipo de genes o sustancias químicas que le den a las hormigas y abejas un sentido del deber hacia el resto de su colonia?

De hecho, no hay evidencia de que las hormigas o las abejas tengan algún tipo de sentimiento. Simplemente reaccionan a los estímulos y producen ciertas sustancias químicas en sus cuerpos en función de cómo los afectan estos estímulos (si están enojados, por ejemplo).

Entonces, si el último escenario es cierto, ¡entonces veríamos que el sentimiento también podría ser completamente prescindible para los humanos! Incluso podemos decir que el sentimiento obstaculiza nuestra supervivencia porque nos hace querer cosas que no son buenas para nosotros.

 

Ahí queda eso… ya sé que GPT-3 es meramente sintáctico, sin atender a la semántica del texto y por lo tanto no entiende lo que dice, pero muchas de sus reflexiones son mejores que las de muchos humanos ¿o no?. No quiero ni pensar cuando GPT-n sea un algoritmo de tipo semántico… ¡¡se convertirá en el gran oráculo de la humanidad!!.

Y es que vale, nuestras emociones nos engañan, pero a la vez nos hacen humanos…. quizás esa sea la clave: dejemos lo que requiere perfección y análisis de datos a la AI (conducir, diagnosticar un cáncer, predecir el tiempo,…) y los humanos, dediquémonos a buscar la frontera del conocimiento, innovar y a la búsqueda de la belleza.

 

Este artículo fue escrito por Javier Garrido, humano y por GPT-3, Inteligencia artificial

 

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