Pon un “Elon Musk” en tu empresa
Elon Reeve Musk, de pequeño, ya destacó en su infancia por su inquietud y creatividad, en la lejana, para muchos, Sudáfrica. Y en muchas ocasiones, ya ha comentado Elon, la importancia de la lectura: “Fui educado por los libros. Libros, y después mis padres”.
Sin embargo, en su adolescencia, Elon lo pasó muy mal. En la escuela, no tenía prácticamente amigos, y además, era maltratado por sus compañeros muy habitualmente.
Y en busca de conocerse a sí mismo, pero también de emprender un nuevo rumbo en su vida, además de motivado por una complicada situación, y con parte de su familia, emigro a Canadá. La vida no era nada fácil, y tanto él como sus hermanos, tuvieron que conseguir becas, pedir préstamos y trabajar para estudiar en la Universidad. Era 1992.
No pretendo contar su historia, nadie mejor que él para hacerlo, pero si destacar su espíritu ágil y emprendedor, su visión práctica, motivadora y súpercreativa que ha puesto en práctica en numerosos sectores y liderando empresas que de la noche a la mañana, valen miles de millones de dólares: PayPal, SpaceX, Hyperloop, SolarCity, Neuralink o OpenAI por citar las más relevantes, y su número no acaba aquí.
Lo verdaderamente relevante es su forma de ver la vida: todo es posible, si se quiere. Un innovador, sí, pero sobre todo un transformador de todo lo que imagina y con trabajo y recursos, convierte en realidad.
«El talento cuesta, pero más cuesta no tenerlo»
Y por aquí va el título de este artículo. No sólo Elon Musk, puesto que hay muchos como él en todo el mundo (aunque quizá no tan arriesgados como él), ha sido el único en encontrar soluciones para temas tan tecnológicamente avanzados, pero sin duda alguna, él es la referencia.
Las empresas, inmersas en cambios y transformaciones imprescindibles, la mayor parte como consecuencia de la actual pandemia, presentan un gran déficit de talento, motivación y creatividad. Poner un “Elon Musk” en una empresa, supone un paso más hacia una gestión empresarial ágil, vitalista, práctica y revolucionaria.
Son las visiones, pero también las acciones, de todos los “Elon Musk” del mundo, las que impulsan el conocimiento, el crecimiento, las oportunidades y el bienestar de millones de personas en todo el mundo, con productos y servicios a su disposición, más o menos, a un coste razonable.
Como todo, (y sobre todo) el talento se debe de pagar. Y personas, profesionales, pero sobre todo eternos estudiantes, investigadores y devoradores de libros y conocimiento, son y serán, la piedra angular de la evolución y la mejora de nuestra tecnología. Sí, nuestra, porque no hay mejor tecnología que la que se democratiza, y se pone al alcance de todos.
Y de ahí la pregunta obligada: ¿Es tan difícil poner un “Elon Musk” en nuestras organizaciones? El talento cuesta, pero más cuesta no tenerlo… Talento y emprendimiento, de la mano de mentes creativas y inquietas, ha movido el mundo desde sus orígenes. No dejemos que la falta de visión, de estrategia y de valor, nos impida contratarlos…