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Oct

Preparando la vida con Blockchain

Preparando la vida con Blockchain

Alguna vez he pensado cómo sería la época post 2030. Tengo claro que con Bitcoin no se puede hacer el modelo económico, financiero, comercial, etc…, ya que este modelo ha diseñado para Ethereum.

En 1994, Nick Szabo llegó a la conclusión de que cualquier libro mayor descentralizado puede usarse como contratos autoejecutables. Estaba anticipando lo que más adelante, serían los contratos inteligentes, que ya él los denominó así.

La primera Blockchain fue la de Bitcoin dedicada principalmente a transferir moneda digital. Bitcoin agregó una simple transferencia condicional de valor, a través de un script incrustado (softfork de Bitcoin). Pero este script era limitado en sus capacidades, ya que permitía transferencias condicionales simples. Pero demostró que un contrato inteligente simple, era una muy buena opción en la Blockchain. Hoy, tenemos claro cuál es el papel de Bitcoin. Se asemeja al del patrón oro. Si lo comparamos con un banco poderoso, Bitcoin es el banco mayor del mundo porque hablamos de una capitalización bursátil entorno a 700 mil millones de dólares. Y subiendo. Por tanto, a Bitcoin hay que considerarlo como el sucesor de los bancos centrales y del dólar, y ni siquiera es competencia de ellos, porque han sido superados.

Pero si la Blockchain se hubiera quedado en Bitcoin no hubiera sido lo que ahora vemos que va a ser. Vitálik Buterin y otros 8 cabezas pensantes crearon lo que iba a ser la Web 3.0. Y es que con Ethereum Blockchain desarrollando la idea de Nick Szabo, admitiendo una función llamada integridad de Turing que permite la creación de contratos inteligentes más personalizados, admitiendo cualquier ejecución de código arbitrario a través de la cadena de bloques y de una complejidad importante, ha hecho de Ethereum Blockchain un sistema de computación descentralizado sin límite.

Smart contracts: La piedra angular del blockchain

La piedra angular es el smart contract que profundiza en la necesidad de validación específica que deben tener las aplicaciones en Blockchain. Un contrato inteligente facilita la transacción para transferir activos que ya no sean solo valor o criptomonedas. Permite la especificación de reglas para cualquier operación en blockchain. Facilita aplicación de políticas de transferencia de activos en una red descentralizada. Agrega programabilidad en inteligencia a la blockchain. Porque el smart contract proporciona una capa de lógica de computación que irá absorbiendo todas las finanzas. Todo el mundo real y virtual pasará a ser controlado por Ethereum, porque es un registro único a nivel mundial, quedando registrado quién compra, quién vende, qué se compra, qué se vende y nadie se va a oponer a esto, bajo el principio de transparencia.

Ethereum nos está diciendo ya, que cada uno debe crearse su sistema de gobernanza. Y como poco a poco iremos accediendo todos a la Blockchain, lo que no tiene sentido es que accedamos a Ethereum, porque a pleno rendimiento podría colapsar. Para ello, se llevan creando aplicaciones de capa 2, que serán con las que interactuemos y así existirá una gestión optimizada. Todo lo haremos en esa capa 2, que periódicamente se sincronizará con el registro maestro único, que es Ethereum.

Ethereum lo está cambiando todo, porque son contratos inteligentes, registros únicos a nivel mundial, auditables, de forma que podría estar convirtiéndose en ese Tribunal Superior de Justicia que mantiene el orden social. Poco a poco va integrando servicios, primero entran países pequeñitos con los que se van haciendo pruebas. Lo hemos visto también en Bitcoin, con el experimento que está suponiendo El Salvador.

Quizás el punto débil de Ethereum es la tarifa (gas), sin embargo, Ethereum tiene una agenda sostenible para que su gas baje, porque hay que recordar que Ethereum es una máquina virtual generalista superpuesta sobre una red virtual, que a su vez está superpuesta sobre unas estructuras virtuales, con el fin de gestionar el planeta Tierra.

La rentabilidad de Ethereum: ¿Ha venido para quedarse?

Si nos guiásemos por el principio de escasez, no parecería lógico que Ethereum fuese rentable como ocurre en Bitcoin, pero es que estamos hablando de un registro único, que va a gestionar el valor, la economía, etc… La agenda del valor de Ethereum se va a ajustar al PIB de todo el planeta, al PIB global, el cual no se puede manipular. Pero Ethereum, al igual que Bitcoin, deben conseguir ser sostenibles y para ello, se realizan hard forks que reduzcan las comisiones o gas. Un ejemplo es el hard fork London para activar propuestas como la EIP-1559 transformando el sistema de subasta de las tarifas de gas para que sea una tarifa base calculada de forma algorítmica por la propia red.

En 2022 estaremos hablando de Ethereum 2.0, ETH 2.0 o Serenity y esta actualización migrará la red hacia el protocolo de prueba de participación, Proof of Stake (PoS), que sustituirá a los mineros actuales por validadores; haciendo de Ethereum una red mucho más ligera, veloz, escalable y accesible. Que Ethereum ha venido para quedarse lo demuestra el hecho de que JP Morgan esté contratando desarrolladores experimentados en la blockchain de Ethereum, o que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) anuncie lanzar bonos tokenizados en Ethereum por 300 millones de dólares, revalorizando esta criptomoneda en los mercados. Por no hablar de su capitalización en el mercado que aumenta por semestres.

Ethereum y los smart contracts

Ethereum tiene su fuerza en los smart contract. Imaginemos un smart contract que está conectado al sistema de reservas de una aerolínea y permite a los viajeros que compran un seguro de vuelo que se les pague automáticamente si se cancelan sus vuelos. Es decir, estaríamos hablando de programas informáticos que permiten la transferencia automática de activos digitales entre las partes, en base a un conjunto de reglas acordadas por las partes involucradas. No requiere intermediarios, de hecho, en este ejemplo del seguro de vuelo, no aparece ni la figura de un abogado. Desaparece la burocracia con ahorro de tiempo y costes, desaparecen gastos de intermediarios y desaparecen tiempos de espera y colas. Más eficiencia, menos incidencias y menos disputas, ya que en un smart contract hablamos de código informático en el que no cabe interpretación. Pero precisamente, como el código informático es categórico, tienen que estar recogidas todas las posibles incidencias, situaciones, aunque también se podría dar la figura de un mediador.

Con un smart contract programamos cálculos de importes de liquidaciones de pago, que hacen que de forma automática se transfieran fondos, gestionamos la compra-venta de propiedades, reparto de herencias, especificando cantidad, persona y condiciones y si se cumplen éstas, que sea efectiva la transmisión de valor o propiedades, registramos la monitorización del estado de salud de un paciente, programado con dispositivos IoT, que permanentemente están conectados a internet. Se pueden usar para votar.

Imaginemos, un inquilino que alquila una vivienda a un propietario y en el smart contract queda reflejada la divisa en la que se realiza la operación, renta mensual, fecha de pago de la renta, garantía-depósito y recurrencia hasta que pase algo. Se puede contemplar que si el inquilino no paga, la cerradura IoT se bloquea hasta que se resuelva el asunto del pago. Si el propietario no cumple, el pago se bloquea hasta que se resuelva el incumplimiento y mil condiciones más.

Por ejemplo, en caso de pérdida debido a un desastre natural, los contratos inteligentes se pueden ejecutar de manera oportuna y las personas pueden reclamar su dinero y usarlo en el momento que lo necesiten, porque todo está automáticamente programado. Cualquier detalle específico, como el alcance de la pérdida debido al daño, se puede mantener en una cadena de bloques y el monto de la compensación se puede decidir en consecuencia.

Nuestro avatar blockchain

Una cosa está clara, la blockchain que no sea sostenible desaparecerá, porque esto ya no va sólo de dinero, sino también de energía. Se acabarán añadiendo capas que aseguren el anonimato. Estamos en el internet 3.0 y Ethereum es su máximo exponente. Los gobiernos lo saben y saben que quizás su futuro se va a diluir dentro de pocos años.

Estamos viviendo la descentralización y luego vendrá la virtualización. Y todos nosotros tendremos un avatar para el mundo virtual que nos dará permisos, licencias, títulos, trabajos, ocio, familia con un registro único e inmutable. Ese será nuestro mundo por el que el planeta nos va a conocer y en el mundo físico, solo seremos reconocidos por los vecinos, como siempre, pero cuando compremos un pastel, paguemos una caña o juguemos al padel, figurará nuestro avatar de blockchain en un registro único. Al principio, se ejecutarán algoritmos que queden un poco cojos a la hora de contemplar todas las casuísticas, pero como es a nivel global, al final irán incorporando las mismas hasta llegar a un nivel de perfección que ninguna legislación ha podido tener nunca.

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